domingo, 14 de junio de 2009

Consejo ...

Suele suceder muchas veces que la calma en el alma no se encuentra. Y claro, si no la encuentras en tí, nadie te la va a dar. Obviamente hay situaciones, acciones, hechos, que ayudan a conseguir ese estado de paz o no? Aunque cuesta lograrlo. Son contadas las veces en las que te sientes bien contigo y eso se demuestra hacia los demás. Se refleja en tu exterior el sentirse bien por dentro. Pero no falta el que finge algo que no es. Trata de demostrar que está bien con el resto para sentirse bien con él mismo. Pero así no funciona. No se puede aparentar. Sólo consigues engañarte a tí mismo. Y la culpa? es tu compañera más fiel. El remordimiento, esas ganas de gritar, de explotar, y de ser de verdad como eres aparece, pero te muerdes la lengua y haces como que ese "buen pensamiento" nunca se te ocurrió.
Nunca debes negar tus raíces. De dónde vienes. Cómo te sientes y qué es lo que sientes.
Cuando te das cuenta que no lo has estado haciendo bien sientes que has perdido un tiempo valioso donde quizás, si tenías algún problema podrías haberle encontrado una buena solución. Podrías haber hecho verdaderos amigos, y no superficiales. Y podrías haber encontrado el refugio y consejo en tu familia. Pero no. Ahora estás o te sientes solo verdad?
Trata de sincerarte contigo. No te vendría nada mal. Y cuando veas que lo estás haciendo, el resto, tu entorno, también sabrá que lo haces, aunque no te des cuenta.
Sí, hay daños. Hay prejuicios. Más si has hecho cosas que no te han beneficiado a tí, e incluso han dañado a tu propia familia. Pero ya no es tiempo de pensar en esas cosas materiales que ya no tienen valor alguno, sino, de ponerte a pensar en estar bien contigo, con los demás, con los que te quieren, te rodean. De sincerarte. De ser TÚ MISMO.