martes, 6 de abril de 2010

Luz

Desde hace un par de días que estoy aquí, encerrado en una torre. Recuerdo cuando solía salir a caminar. Los hombres bañados en hierro solían vigilar la puerta de entrada y salida de la torre, pero yo , de alguna manera, me imaginaba un plan para poder salir. La última vez que abandoné la torre, salí y caminé sin parar, hasta que me encontré en medio de un vacío que no tenía principio ni fin. Estaba en medio de la nada. Mis zapatos se hallaban bañados en una escarcha blanca. Mi respiración era muy débil y a la vez muy fuerte. De pronto caí de rodillas y algo me sujetó por la espalda, cubrió mi cara y después de un par de golpes no recuerdo nada más, hasta ayer, cuando en medio de un sueño vi una luz, la luz que nunca había visto a pesar de haber estado ahí la última vez que estuve fuera de estas cuatro paredes. Ahí entendí que nunca me di cuenta de lo que tenía frente a mí, hasta hoy, que ya lo perdí, y que jamás volveré a ver porque ahora ya vienen por mí no creo volver a ver nada más, sólo oscuridad.

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